LA FELICIDAD Y LA CORRUPCIÓN
Finlandia, Dinamarca, Noruega, Islandia y Holanda, son desde hace algunos años los países mas felices del mundo, de acuerdo con el Informe sobre la felicidad emitido por las Naciones Unidas, en donde se mide la felicidad de los ciudadanos en 156 países; pero ¿Qué relación guarda el indice de felicidad con respecto a la corrupción de los países?
Se analizó el Indice de Percepción de la Corrupción (IPC), elaborado por la Organización de Transparencia Internacional y se encontraron resultados sorprendentes:
Finlandia, Dinamarca, Noruega y Holanda, son los países que se encuentran entre los 7 países con menores niveles de percepción de la corrupción.
A nivel de Sudamérica, los países mas felices son Chile y Uruguay, así mismo, los países con menor Indice de percepción de corrupción son los mismos Uruguay y Chile.
Entonces, se podría decir que ¿Los países mas felices son aquellos que tienen menores niveles de percepción de la corrupción?
En agosto del 2018, el John Schafer escribió un artículo titulado "La psicopatología de la corrupción" en la que sostiene que las personas corruptas, y las que son susceptibles a la corrupción, no son personas felices y la corrupción sirve como un medio para obtener la felicidad a través del poder.
La corrupción siempre ha existido en el mundo, a través de los tiempos, estas casi siempre han estado relacionadas con el ámbito público y el poder que adquieren los gobernantes y aquellos responsables de los fondos públicos, pero actualmente este también se ha visto reflejado en el sector privado, el caso mas relevante en la actualidad es el de Odebrecht.
Las consecuencias que la corrupción genera se podrían resumir en:
- Mal uso de los fondos públicos.
- Mal funcionamiento de las Instituciones públicas.
- Mayores gastos en las obras públicas, sin garantías que aseguren la calidad de estas.
- Menor inversión en salud y educación.
Estas consecuencias listadas anteriormente, determinan el grado de felicidad de los países, por lo cual se podría determinar que existe una relación inversa entre la felicidad de los países y la corrupción de estos.
Existen otros factores que determinan la felicidad de los países, tales como la cocina, las celebraciones típicas y el deporte; sin embargo, estas solo determinan una felicidad efímera y poco sostenibles.
Más felicidad podría determinar una menor corrupción.
Juan Fustamante Chozo
Auditor Líder de Sistemas Integrados de Gestión


